Redacción Caracas

BRASILIA – El Tribunal Superior Electoral (TSE) dictaminó este miércoles que no hubo irregularidades en los comicios presidenciales del 30 de octubre que dieron ganador a Lula da Silva, tras recibir un informe de las Fuerzas Armadas sobre el proceso. Alexandre Moraes, el magistrado de la Corte Suprema que encabeza el tribunal electoral, dijo que “recibieron con satisfacción el informe final del Ministerio de Defensa, que al igual que todas las demás agencias de monitoreo, no apunta a ningún fraude o inconsistencia en las urnas electrónicas o en el proceso electoral de 2022″.

La máxima instancia de la justicia electoral brasileña destacó además que los comicios fueron una demostración de “eficacia, equidad y total transparencia en el cómputo” de los votos.

El Ministerio de Defensa de Brasil publicó el miércoles un reporte en el que destacó las fallas en los sistemas electorales de la nación y propuso mejoras, pero no había nada que corroborara las acusaciones de fraude que lanzaron algunos de los simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro, quienes protestan por su derrota durante varios días en las calles y carreteras del país.

El ministro de Defensa, Paulo Nogueira, escribió que “no es posible decir” con certeza que el sistema computarizado de tabulación de votos no haya sido infiltrado por un código malicioso, pero el informe de 65 páginas no cita anomalía alguna en el recuento de votos.

Sin embargo, basándose en el posible “riesgo relevante”  el informe sugiere la creación de una comisión formada por miembros de la sociedad civil y órganos de auditoría para investigar más a fondo el funcionamiento de las máquinas de votación electrónica.

“Si bien la fiscalizacion de la totalización de los votos fue constatada en conformidad entre las papeletas impresas y los datos del CSE, el test del proyecto piloto con biometría fue inconcluso “, observaron los técnicos militares que se quejaron de que no les permitieron examinar exhaustiva y minuciosamente todos sistemas utilizados en preparación de las máquinas de votación electrónica.

El presidente Bolsonaro mantuvo en vilo al país cuando permaneció en silencio durante tres días, en medio de protestas callejeras de sus seguidores, luego que las autoridades anunciaran el triunfo de Lula, que fue reconocido de inmediato por distintos países incluyendo a Estados Unidos.

El mandatario aprobó la transición de su gobierno, aunque sin reconocer abiertamente la derrota, y posteriormente pidió a los manifestantes (algunos de los cuales pedían abiertamente un golpe de estado) despejar las calles y poner fin a los bloqueos de centenares de carreteras a nivel nacional.

Bolsonaro, quien perdió por menos de 2 puntos porcentuales frente a Lula, no ha denunciado en específico que hubo irregularidades en las elecciones, ni ha hablado de recuento de votos.

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